Traemos una nueva publicación con la que buscamos que los más pequeños de la casa comprendan la necesidad de un desarrollo sostenible. Por lo tanto, queremos que los niños y niñas entiendan el impacto de la intervención humana en el medio y en el cambio climático y que conozcan la relación entre el desarrollo sostenible y el consumo responsable.
El impacto de la agricultura y ganadería ecológicas en el cambio climático
La agricultura contribuye principalmente a la emisión de tres tipos de gases de efecto invernadero: el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O). El CO2 se emite básicamente por el uso de la maquinaria agrícola y el uso de fertilizantes y pesticidas que consumen energía derivada del petróleo. Otra razón del gran impacto en el cambio climático de la producción agrícola es la deforestación para la plantación de cultivos. El metano es emitido en mayor medida por la ganadería intensiva y el óxido nitroso tiene relación con los excesos de fertilización y el acercamiento de nitrógeno a los cultivos, aunque también se emite a través de procesos naturales.
La agricultura ecológica es capaz de fijar carbono evitando que se emita a la atmósfera, tanto en el suelo como en los propios cultivos y en los árboles y setos. Se estima que las emisiones de CO2 de una producción ecológica son entre un 44 y un 68 % menores que una convencional. La rotación de cultivos también ayuda al aumentar la biomasa del suelo, que permite emitir menos nitrógeno. La ganadería ecológica exige el pastoreo por cuestiones de bienestar animal ligadas a la propia certificación.
En definitiva, la agricultura y ganadería ecológicas son una forma de producción más sostenible que la convencional.
Los productos ecológicos como foco en el consumo responsable
El consumo de alimentos ecológicos es consumo responsable, ya que ayuda a:
- Minimizar los gases de efecto invernadero que causa el cambio climático.
- Conservar acuíferos y aguas subterráneas evitando su contaminación.
- Favorecer a especies silvestres como aves, abejas, insectos varios, ranas, sapos y otras especies necesarias para el equilibrio natural.
- Contribuye a la prevención de los incendios forestales debido al control sobre la biomasa inflamable, sirviendo de cortafuegos naturales.
- Bienestar animal, libre movimiento, mejores condiciones de alimentación y salud.
- Ayuda a fijar población al medio rural y favorece una economía más justa.
- Produce mayoritariamente alimentos de temporada que necesitan menos agua, menos transporte (son locales), son más sabrosos y tienen un coste menor debido a que se producen al mesmo tempo.
Existen muchos calendarios donde nos informan de qué frutas y verduras son propias de cada temporada.
Sugerencias de trabajo en casa o en el aula
- Creación del calendario de la temporada correspondiente: se propone que los niños hagan un collage de alimentos de temporada que esté expuesto en la cocina de casa o en el aula para recordar cuáles son las preferencias de esos meses en relación a la fruta y a la verdura.
Cómo identificar un producto ecológico
Para reconocer los alimentos ecológicos tenemos que fijarnos en su etiqueta. El etiquetado del producto tiene que ser visible en el envase al contener las siguientes referencias:
- El logotipo ecológico europeo.
Se trata de una hoja perfilada con estrellas sobre fondo verde, que es siempre obligatoria. En el caso de alimentos certificados en Galicia, el código del órgano de control (ES-ECO-022-GA) y el sello Craega que así lo certifique.
- El lugar de origen de los ingredientes, que pueden ser:
-Agricultura UE, cuando las materias primas son de la Unión Europea.
-Agricultura NO UE, cuando los ingredientes son de terceros países.
-Agricultura UE/NO UE, cuando el origen es mixto.