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Francisco Fernández, de Bubela Artesá: “Antes de empezar con la empresa ya teníamos muy claro que una de las claves era producir todo en ecológico”

Francisco Fernández es uno de los socios de Bubela Artesá, empresa que se dedica a elaborar pastas y cervezas ecológicas. Ya desde joven, Francisco comenzó a tener interés por los productos ecológicos. Después de una trayectoria profesional marcada por proyectos muy diversos, acabó fundando su propio negocio de alimentos ecológicos, que cumple este año su décimo aniversario.

 

¿Durante tu infancia tuviste contacto de alguna manera con los alimentos ecológicos? Y si no, ¿cómo surgió tu interés por esto?

Siempre tuve mucha inquietud con el tema del medio ambiente en general. Desde que tuve capacidad de raciocinio propia, sí que me interesaba. Sabía que los productos se llamaban ecológicos, pero no había sello por aquel entonces; yo ya tengo cierta edad, pero sí que me acuerdo de, con 14 años o por ahí, ir a buscar productos ecológicos a los pocos lugares en los que los había. Había una farmacia, recuerdo, hace años, que vendían cositas así muy pequeñitas y tal… Sí, siempre tuve interés por esto.

¿En qué momento tomaste la decisión de apostar por la producción en ecológico?

Desde el primer momento, momento cero. Antes de comenzar con la empresa ya teníamos muy claro que una de las claves era producir todo en ecológico, por respeto al medio ambiente y, sobre todo, porque al ser consumidores de ecológico en casi todo lo que podemos, no tendría mucho sentido hacerlo en convencional.

¿Pensaste en algún momento en otras posibles opciones a nivel profesional que seguir o siempre lo tuviste claro?

Siempre en ecológico. Nosotros empezamos con huerta eco, sin certificar, es cierto que no nos dio tiempo a certificar, tuvimos algún problema, y luego al final cambiamos de actividad, pero siempre tuvimos muy claro que iba a ser todo en producción ecológica.

¿Cómo resumirías tu recorrido profesional desde que comenzaste hasta ahora?

Bastante sinuoso. Los comienzos siempre dicen, y es cierto, que no son nada sencillos, porque ya no es solamente el oficio en sí de elaborar cerveza o pasta, sino todos los añadidos que no conoces en profundidad, es decir, está el tema empresarial, está el tema de lidiar con la Administración, permisos, etc. La comercialización es supercomplicada y nosotros no tenemos formación previa en esos aspectos. También es complejo por todos los añadidos que tiene la propia producción artesanal, con sus complicaciones, pero eso ya lo habíamos calculado previamente. El resto, sabíamos que estaba ahí, pero no pensábamos que iba a ser tan dificultoso. Fuimos muy poquito a poco para sortearlos sin prisas y sin agobios, y creo que acertamos en ese aspecto.

“Me acuerdo de, con 14 años o por ahí, ir a buscar productos ecológicos a los pocos lugares en los que los había”

¿Por qué producir en ecológico? ¿Cómo explicarías a la sociedad la importancia que tiene?

Para mí es vital, es decir, la producción en convencional me parece un error muy grande a todos los niveles. A priori parecen productos más económicos, por eso son más masivamente consumidos, y es cierto que son más económicos, pero lo son porque no contemplan todos esos valores que externalizan las industrias que trabajan en convencional y que nosotros no externalizamos; cuando estropeas un suelo y ese suelo al cabo de ciertos años ya no es fértil y ya no produce nada, es un coste ambiental que todos pagamos: estamos perdiendo la fertilidad de la tierra; cuando contaminas un río porque estás empleando muchos fertilizantes y pesticidas, ese río queda contaminado y la Administración se tiene que dedicar a intentar recuperarlo con nuestros impuestos, y lo triste es que ni siquiera se da recuperado; cuando estropeas un sistema agrícola y lo transformas por otro de producción masiva, monocultivo, pues estás estropeando nuestro futuro como sociedad, la soberanía alimentaria desaparece, y creo que es una hipoteca bastante gorda. Entonces, es cierto, es más caro, pero más caro no por una cuestión de “vamos a vender más caro que como es ecológico y tiene el sello pues ya puedo…”, no. Es más caro porque realmente no se puede vender más barato, es lo que cuesta, es el coste real.

¿Estamos yendo cada vez más hacia lo ecológico o no?

No lo sé. Hay mucho de lo que se llama ahora greenwashing, todo el mundo se apunta al carro de lo ecológico. Habría que ver si son posiciones sinceras o no, pero yo sí pienso que hay cierta sensibilidad en la población hacia esto, eso sí que lo percibo.

¿Qué planes tienes de cara al futuro a nivel profesional? ¿Mantenerte, mejorar, cambiar en algo…?

Mejorar siempre, es decir, mantener la producción, intentar incrementar y, como ahora somos dos socios, y ambos somos autónomos, la idea es hacernos cooperativa. También queremos intentar mejorar el tema de los empaques para reducir al máximo posible el uso de plásticos, que son residuales ya, pero todavía están ahí. Un poquito de todo. Siempre, alguna idea tenemos, pero… poco a poco.

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