El verano es la época ideal para disfrutar de frutas frescas, sabrosas y llenas de propiedades beneficiosas. Entre todas ellas, las cerezas ocupan un lugar destacado, no solo por su sabor dulce y refrescante, sino también por los múltiples beneficios que aportan a la salud. En el caso de las cerezas ecológicas certificadas, los motivos para consumirlas se multiplican.
VENTAJAS DE ELEGIR CEREZAS ECOLÓGICAS CERTIFICADAS
- Ricas en antioxidantes naturales como las antocianinas y la vitamina C
- Ayudan a reducir la inflamación y el estrés oxidativo
- Ausencia de transgénicos
- Favorecen un sueño reparador gracias a su contenido en melatonina
- No contienen aditivos artificiales
- Sin residuos de pesticidas ni fertilizantes químicos sintéticos
Los antioxidantes naturales que contienen las cerezas, especialmente las antocianinas, ayudan a combatir el estrés oxidativo y a reducir la inflamación en el organismo. Además, diversos estudios relacionan el consumo habitual de cerezas con la mejora del sueño (por su contenido natural en melatonina), con la reducción del ácido úrico (fundamental en la prevención de la gota) y con el alivio de los dolores musculares tras el ejercicio físico.
También aportan vitamina C, potasio y fibra, lo que contribuye a fortalecer el sistema inmunitario, mantener el equilibrio hídrico en los días más calurosos y mejorar la digestión.
UN PEQUEÑO TESORO
Las cerezas ecológicas certificadas por el Craega se cultivan sin pesticidas ni fertilizantes sintéticos. Esto no solo protege el medio natural y favorece la biodiversidad, sino que también evita la presencia de residuos químicos en la fruta que llega al plato.
Elegir producto ecológico es optar por el sabor más auténtico de la cereza de temporada, tal y como la ofrece la naturaleza. La certificación del Craega garantiza que todo el proceso productivo cumple con los estrictos requisitos de la agricultura ecológica, desde la cosecha hasta la comercialización.
De hecho, las cerezas ecológicas son ideales para niños, personas mayores y deportistas. Son fáciles de consumir, ligeras, muy refrescantes y versátiles: pueden tomarse solas, como tentempié, en ensaladas, batidos, postres o incluso platos salados.
Este verano, cuidar de tu salud puede comenzar con un gesto sencillo: incorporar cerezas ecológicas a tu alimentación diaria. Apostar por productos de temporada, de proximidad y con certificación ecológica es una forma sabrosa y saludable de alimentarte… ¡y también de cuidar el planeta!
RECUERDA BUSCAR EL SELLO
Es importante prestar atención al etiquetado de los alimentos escogidos para asegurarnos de que realmente son ecológicos:
- El logotipo ecológico europeo consiste en una hoja perfilada con estrellas sobre fondo verde; este es siempre obligatorio acompañado del código de control de nuestra comunidad autónoma ES-ECO-022-GA.
- El sello de garantía Craega es la etiqueta que demuestra que el alimento ha sido producido de manera respetuosa con el medio ambiente sin la intervención de elementos, componentes o procesos químicos. Se obtiene después de demostrar de manera fidedigna que el producto es totalmente ecológico, con controles en cada fase de la producción, elaboración y comercialización cumpliendo con la normativa del Reglamento (UE) 2018/848 del Parlamento Europeo y del Consejo.